lunes, marzo 21, 2005

A dos años de la guerra en Irak, el final del conflicto sigue abierto
Crece el malestar de los norteamericanos por las bajas y los costos elevados

WASHINGTON.- La primera guerra "preventiva" de la historia moderna cumple hoy dos años en Irak, sin que la Casa Blanca pueda precisar aún cuándo y, sobre todo, cómo concluirá el conflicto armado que resquebrajó su alianza con Europa y debilitó a las Naciones Unidas.
El presidente George W. Bush reiteró ayer que las tropas "están progresando" en Irak y calificó de "brillante" el primer día de sesiones de la Asamblea Nacional Iraquí. Pero también insistió en que todavía "hay trabajo por hacer" para salir de allí de manera ordenada, sin que se desate el caos tan temido.
El factor tiempo comienza, sin embargo, a nublar el horizonte de los republicanos. Más de la mitad de los estadounidenses encuestados por The Washington Post y ABC afirmó ya que ésta es una guerra que no vale la pena. El fastidio se concentra en los costos del conflicto: más de 30.000 muertos estimados por ambos lados, decenas de miles de heridos, un millón de iraquíes desplazados de sus hogares y gastos por más de 300.000 millones de dólares.
Los resultados de la ofensiva anglonorteamericana son ambivalentes. Irak, Egipto, Arabia Saudita o Palestina han iniciado lentos procesos de democratización, pero con la amenaza del terrorismo y la desestabilización política, que se ha extendido a Arabia Saudita y Kuwait.
Para Moisés Naim, director de la reconocida revista Foreign Policy, Bush tiene razones para ser optimista. "La Casa Blanca se siente victoriosa por la evolución de la región en las últimas semanas. El mundo cambia cada 24 horas, pero Europa y el resto del mundo se cuestionan ahora si hicieron bien en oponerse a la guerra", dijo a LA NACION.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, reafirmó ese optimismo. "Los capítulos finales de la guerra serán logros históricos", dijo ayer en el Pentágono, donde pronosticó "el final de uno de los principales Estados terroristas y la expansión de la libertad por toda esa región".
Pero esa perspectiva alentadora contrasta con la actividad de la insurgencia iraquí, que concreta un promedio de 30 ataques diarios contra la coalición, al punto que muchos analistas creen que pasarán años hasta que los soldados estadounidenses puedan retirarse. "La situación en Irak sigue siendo extremadamente incierta. Creo que ni siquiera la Casa Blanca puede afirmar que hoy están más cerca de reconstruir Irak de lo que estaban hace un año", dijo a LA NACION la analista del instituto Carnegie Endowment para la Paz Internacional, Marina Ottaway.
El arresto de Saddam Hussein y las elecciones para instituir la Asamblea Nacional fueron los mayores logros de la Casa Blanca en estos dos años, que abandonó la búsqueda de armas de destrucción masiva.
Pero la invasión de Irak, con el propósito teórico de luchar contra el terrorismo, puede haber alimentado el odio contra Estados Unidos y fortalecido a los grupos terroristas.
"La insurgencia no ha retrocedido, las fuerzas de seguridad iraquíes siguen siendo muy débiles y una vez más parece que el Pentágono infló las cifras de las tropas y policías iraquíes que ha adiestrado, mientras que en la faceta política está resultando muy complejo formar un gobierno en Irak", enumeró Ottaway.
Estados Unidos ha destinado ya casi 300.000 millones de dólares a Irak y Afganistán -3,6 veces la deuda en default que reestructuró la Argentina-, si se toma en cuenta que el Congreso está por aprobar una nueva partida de 81.400 millones de dólares para gastos militares. Sólo Irak le cuesta a Washington más de 4000 millones de dólares por mes.
Pero lo que más fastidia a los estadounidenses no es el dinero gastado, sino las bajas. Hasta ayer había 1511 soldados muertos y 11.000 heridos, según datos del Pentágono, a los cuales se suman unos 180 muertos de países de la coalición. En cuanto a los iraquíes, no hay datos oficiales, pero según cálculos privados habrían muerto 19.500 civiles y 5500 soldados en los últimos 24 meses.
Otro frente de tormenta para la Casa Blanca son las violaciones de los derechos humanos en Irak, en particular en la cárcel de Abu Ghraib. Aun así, las perspectivas para la Casa Blanca podrían mejorar en cuestión de semanas si los nuevos líderes iraquíes arman un gobierno.
El segundo jefe del Estado Mayor Conjunto, Richard Cody, estimó que la cantidad de militares destinados en Irak -150.000- podría reducirse a partir de 2006 quizás a 105.000.
La vieja y dividida Europa podría aportarle a Bush otro motivo para revalidar su optimismo, convencida de que sólo una verdadera fuerza multinacional permitirá construir un futuro para Irak en paz.
"Europa unida quiere contribuir en la reconstrucción de un Irak estable, seguro y democrático", afirmó en los últimos días el alto representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea, Javier Solana.
"¿Por qué duda Europa ahora? Por lo ocurrido en el Líbano, Siria e Irak en estas semanas", dijo Naim.
Quizá así, el siempre presente fantasma de Vietnam en los Estados Unidos se diluya.
Por Hugo Alconada MonCorresponsal en EE.UU.

http://www.lanacion.com.ar/exterior/nota.asp?nota_id=688812
LA NACION 19.03.2005 Página 3 Exterior